
¿Desde cuándo se cultiva la vid en España? ¿Quiénes fueron los primeros viticultores?… Muchas veces nos hemos hecho este tipo de preguntas, pero ¿Hay una datación exacta?
Se tiene constatado que las primeras huellas de cultivo en la Península Ibérica se daban en la Bahía de Cádiz, aunque la domesticación de la vid se dio muy probablemente en más de un lugar de la Península – como en la zona mediterránea – y en momentos diferentes.
¿Qué se sabe a ciencia cierta?
La teoría más aceptada y que ratifican muchos arqueólogos tras descubrir lagares en yacimientos arqueológicos, es que fueron los fenicios, hacia el año 1.100 a.C, quienes introdujeron el cultivo de la vid en la Península Ibérica.
El yacimiento arqueológico de La Orden-Seminario, en Huelva, o el yacimiento arqueológico de Doña Blanca, en El Puerto de Santa María, son datados del primer milenio, donde se certifica que en ellos existían lagares fenicios donde se dan las primeras técnicas de la viticultura protohistórica de occidente.

En Sevilla, concretamente en el barrio del Monumento de San Juan de Aznalfarache, se han encontrado diez metros de piletas de decantación, una bodega y algunos restos arqueológicos más de un lagar de época turdetana. Se cree que este lagar estuvo en funcionamiento desde el s.III a.C al s.I d.C
¿Cómo continúa la historia de la viticultura en nuestro país tras los fenicios?
Tras ellos, los cartagineses implementaron en los viñedos nuevas prácticas para el cultivo de la vid intensificando su productividad.
Con la expansión del Imperio Romano en la Península Ibérica, el vino de Hispania –como así se conocía a la Península Ibérica- fue bastante comercializado por todo el mediterráneo. Fueron los romanos quienes introdujeron la técnica del injerto en los cultivos de uva y el transporte del vino en barricas de madera y ánforas. De hecho, en la colina Testaccio de Roma hay pruebas de ello, de las millones de ánforas que allí se han encontrado, la gran mayoría lleva insignias de vinos de Gadir.
En el año 711 da comienzo la dominación árabe en España y a pesar de que el consumo de alcohol es una prohibición coránica, no pierden el cultivo con la buena excusa de utilizarlo con fines medicinales (la llamada “agua milagrosa”), y se ocupan de la destilación del alcohol –son los que introducen la destilación por alambiques- y hacen perfumes y ungüentos.
La llegada a nuevas tierras en 1492 supuso un momento decisivo para la cultura y la industria vitícola española. Esto significó un incremento bastante considerable en la producción de los viñedos.
¿Sabías que…?
El tratado de viticultura más antiguo del mundo escrito en español fue realizado por Juan de Siruela, rector del Monasterio de la Luz de Lucena del Puerto (Huelva) en el año 1520.
El rector plasmó las técnicas agrícolas de las más de mil hectáreas de vides y olivos que tenía el monasterio en 40 capítulos.
Este manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional de España.
¿Traspasó el vino las fronteras hacia el nuevo mundo?
Como dato curioso cabe destacar que el vino de Jerez estuvo presente en grandes expediciones como la de Magallanes, quien compra 417 odres y 253 toneles para su largo viaje; y está también presente en las celebraciones de las conquistas de Venezuela y Perú.
Continuando con la historia…
A finales del siglo XIX se produce la epidemia de la filoxera, llegando a Francia –entra por Borgoña (1863)- con un insecto importado de América que atacó las raíces de las cepas, devastando así, poco a poco, los viñedos europeos. (La filoxera arrasaba 40 km de viñedo al año)
Cuando la epidemia se extendió por Francia, Francia recurre a España para aprovisionarse de vino. Fue importante esta estrecha relación ya que muchos viticultores galos se trasladaron a La Rioja, Cataluña y Navarra para continuar con su producción de vino con las cepas sanas de España y nos transmitieron sus conocimientos en cuanto al manejo de diferentes variedades, nuevos métodos de elaboración, maquinaria, barricas… Y las técnicas para hacer espumosos de excelente calidad. Por falta de suministro de vinos franceses, el vino español se revalorizó y los precios subieron notablemente.
Este hecho también propició la creación de la primera línea ferroviaria comercial de la península, que conectaba Barcelona-Mataró.
Pero la plaga llegó a España, concretamente empezó por Málaga en 1878, y se extendió al resto de la península. La única solución posible fue arrancar todas las cepas y utilizar variedades de cepas americanas resistentes al insecto, sobre las que se injertaron las viníferas locales.
¿Cómo se sitúa actualmente el vino español en el mundo?
En la actualidad España es el tercer productor de vino en el mundo y cuenta con cerca de 50 regiones vitivinícolas.
Internacionalmente, son conocidas y destacadas las regiones de: La Rioja, Ribera del Duero, Jerez, Penedès, entre otras. Los viñedos de estas diversas regiones producen vinos tintos, rosados, blancos, generosos y espumosos, entre otros.